martes, 24 de noviembre de 2009

Creatividad

Este video me lo mandó Raquel Gallo y me dejó pensando: ¿Por qué nos empeñamos en formar hemisferios izquierdos? ¿Es acaso para lo que fuimos formados y no sabemos hacer otra cosa?




Un aplazado

Recibí bastantes correos acerca de este blog. Se ve que la educación es algo que nos interesa mucho a todos. Acá subo, aprovechando que queda poco para los exámenes de fin de diciembre, un poema de Baldomero Fernández Moreno que me envió Silvana Gardié:

Un aplazado
De pronto, como un breve latigazo,
Mi nombre, Friedt, estalló en el aula.
Yo me puse de pie, y un poco trémulo
avancé hacia la mesa, entre las bancas.
Era el examen último del curso
y al que tenía más miedo: la gramática.
Hice girar, resuelto, el bolillero.
Las dieciséis bolillas del programa
resonaron en él lúgubremente
y un eco levantaron en mi alma.
Extraje dos: adverbio y sustantivo.
Me dieron a elegir una de ambas
y elegí la segunda.
-¿ Y qué es el nombre?
díjome uno y me asestó las gafas.
Sentí luego un sudor por todo el cuerpo,
Se me puso la boca seca, amarga,
y comprendí, con un terror creciente
que yo del nombre no sabía nada.
Revolvía allá adentro, pero en vano,
Me quedé en absoluto sin palabras.
Y empecé a ver la quinta en que vivíamos:
el camino de arena, cierta planta,
el hermano pequeño, mi perrito,
el té con leche, el dulce de naranja,
¡qué alegría jugar a aquellas horas!
Y sonreía mientras recordaba.
-¡Pero señor- rugió una voz terrible-,
el nombre sustantivo, una pavada!
Torné a la realidad: sobre la mesa
los dedos de un señor tamborileaban,
cabeceaba blandamente el otro,
el tercero bebía de una taza.
Hacía calor. Yo tengo una
cara redonda, simple, colorada,
los ojos grises y los labios gruesos,
el pelo rubio, la sonrisa clara.
Yo quería jugar, no dar examen.
Darlo otro día, sí, por la mañana…
Se me nubló la vista de repente,
los profesores se me borroneaban,
adquirió el bolillero proporciones
gigantescas, fantásticas.
Oí como entre sueños: - Señor mío,
puede sentarse…
Y me llené de lágrimas.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Colaboraciones

Agregué un correo en mi perfil, por si alguien quiere mandarme alguna experiencia o reflexión, o algo que haya encontrado y esté bueno para postear.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Los profesores

Luis Sagasti era el más copado de la escuela, el más canchero, el de jeans y pelo largo que se sentaba arriba de la mesa. Entró a enseñarnos historia a mediados de quinto año, después de varias profesoras también jóvenes a las que parejamente no les habíamos dado ni cinco de bola. Llegó y nos prometió el oro y el moro: el programa lo íbamos a armar nosotros, todo iba a ser muy democrático, etc. etc. Por supuesto le creímos y estábamos alucinados; en la escuela no se hablaba de otra cosa que de Luis Sagasti. Inmediatamente nos hicimos todos fanáticos de su programa de radio "Maldición llegó el verano", y hasta íbamos a verlo en vivo a fm de la Calle. A nuestros padres la idea mucho no les gustaba, por la hora y por el alcohol y otras yerbas que circulaban en el bar de dicha radio, pero bueno, algunos ya éramos mayores de 18...
Lentamente, el aula se transformó en una versión matutina de "Maldición llegó el verano" (lamentablemente sin Mario Ortíz ni Miguel Martos). Era todo muy divertido. Ya cuando lo tuvimos en sexto año nos aburríamos bastante y él se quedaba hablando con dos o tres mientras los demás estábamos cada uno en la suya. Cuando en la universidad tuve que cursar Literatura Argentina I y al único Sarmiento que conocía era al de la calle y el del himno, ya no me pareció tan divertido...
Pero de cualquier manera, gracias a él leí a los beatniks, las revistas anarquistas de los años 30 y a Camus. Nos recomendaba películas y nos prestaba libros. Y el último día de clases hizo algo alucinante: nos hizo a cada uno un regalo personal y distinto. A mí me regaló el poema "Los profesores" de Nicanor Parra. Todavía lo tengo en el primer folio de mi carpeta de clase. Y cada vez que un alumno o una alumna me dice "¿y esto para qué sirve?" Nicanor me da un tirón de orejas.

El poema es largo, pero recontravale la pena (si ya leíste hasta acá...)

Los profesores

Los profesores nos volvieron locos
a preguntas que no venían al caso
cómo se suman los números complejos
hay o no hay arañas en la luna
cómo murió la familia del zar
es posible cantar con la boca cerrada?
quién le pintó bigotes a la Gioconda
cómo se llaman los habitantes de Jerusalén
hay o no hay oxígeno en el aire
cuántos son los apóstoles de Cristo
cuál es el significado de la palabra consueta
cuáles fueron las palabras que dijo Cristo en la cruz
quién es el autor de Madame Bovary
dónde escribió Cervantes el Quijote
cómo mató David al Gigante Goliath
etimología de la palabra filosofía
cuál es la capital de Venezuela
cuándo llegaron los españoles a Chile
Nadie dirá que nuestros maestros
fueron unas enciclopedias rodantes
exactamente todo lo contrario:
fueron unos modestos profesores primarios
o secundarios no recuerdo muy bien
-eso sí que de bastón y levita
como que estamos a comienzos de siglo-
no tenían para qué molestarse
en molestarnos de esa manera
salvo por razones inconfesables:
a qué tanta manía pedagógica
tanta crueldad en el vacío más negro
dentadura del tigre
nombre científico de la golondrina
de cuántas partes consta una misa solemne
cuál es la fórmula del anhídrido sulfúrico
cómo se suman fracciones de distinto denominador
estómago de los rumiantes
árbol genealógico de Felipe II
Maestros cantores de Nüremberg
Evangelio según San Mateo
nombre cinco poetas finlandeses
etimología de la palabra etimología
ley de la gravitación universal
a qué familia pertenece la vaca
cómo se llaman las alas de los insectos
a qué familia pertenece el ornitorrinco
mínimo común múltiplo entre dos y tres
hay no hay tinieblas en la luz
origen del sistema solar
aparato respiratorio de los anfibios
órganos exclusivos de los peces
sistema periódico de los elementos
autor de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis
en qué consiste el fenómeno llamado espejismo
cuánto demoraría un tren en llegar a la luna
cómo se dice pizarrón en francés
subraye las palabras terminadas en consonante

la verdadera verdad de las cosas
es que nosotros nos sentábamos en la diferencia
quién iba a molestarse con esas preguntas
-en el peor de los casos apenas nos hacían temblar-
únicamente un malo en la cabeza
nosotros éramos gente de acción
a nuestros ojos el mundo se reducía
al tamaño de una pelota de fútbol
y patearla era nuestro delirio
nuestra razón de ser adolescentes
hubo campeonatos que se prolongaron toda la noche
todavía me veo persiguiendo
la pelota invisible en la oscuridad
había que ser búho o murciélago
para no chocar con los muros de adobe
ése era nuestro mundo
las preguntas de nuestros profesores
pasaban gloriosamente por nuestras orejas
como agua por espalda de pato
sin perturbar la calma del universo:

partes constitutivas de la flor
a qué familia pertenece la comadreja
método de preparación del ozono
testamento político de Balmaceda
sorpresa de Cancha Rayada
por dónde entró el Ejército Libertador
insectos nocivos a la agricultura
cómo comienza el Poema del Cid
dibuje una garrucha diferencial
y determine la condición de equilibrio

el amable lector comprenderá
que se nos pedía más de lo justo
más de lo estrictamente necesario
determinar la altura de una nube?
calcular el volumen de una pirámide?
demostrar que la raíz de dos es un número irracional?
aprenderse de memoria las Coplas de Jorge Manrique?
déjense de pamplinas con nosotros
hoy tenemos que dirimir un campeonato
pero llegaban las pruebas escritas
y a continuación las pruebas orales
(en unas de fregar cayó caldera)
con esa misma regularidad morbosa
con que la bandurria anuncia tormenta

teoría electromagnética de la luz
en qué se distingue el trovador del juglar
es correcto decir se venden huevos?
sabe lo que es un pozo artesiano
clasifique los pájaros de Chile
asesinato de Manuel Rodríguez
independencia de la Guayana Francesa
Simón Bolívar héroe o antihéroe
discurso de abdicación de O’Higgins
ustedes están más colgados que una ampolleta
los profesores tenían razón
en verdad en verdad
el cerebro se nos escapaba por las narices
había que ver cómo nos castañeteaban los dientes
a qué se deben los colores del arco iris
hemisferios de Magdeburgo
nombre científico de la golondrina
metamorfosis de la rana
qué entiende Kant por imperativo categórico
cómo se convierten pesos chilenos a libras esterlinas
quién introdujo en Chile el colibrí
por qué no cae la Torre de Pisa
por qué no se vienen abajo los Jardines Flotantes de Babilonia
por qué no cae la luna a la tierra
departamentos de la provincia de Nuble
cómo se trisecta un ángulo recto
cuántos y cuáles son los poliedros regulares
éste no tiene la menor idea de nada
hubiera preferido que me tragara la tierra
a contestar esas preguntas descabelladas
sobre todo después de los discursitos moralizantes
a que nos sometían día por medio
saben ustedes cuánto cuesta al estado
cada ciudadano chileno
desde el momento que entra a la escuela primaria
hasta el momento que sale de la universidad?
un millón de pesos de seis peniques!

un millón de pesos de seis peniques
y seguían apuntándonos con el dedo:
cómo se explica la paradoja hidrostática
cómo se reproducen los helechos
enumeren los volcanes de Chile
cuál es el rio más largo del mundo
cuál es el acorazado más poderoso del mundo
cómo se reproducen los elefantes
inventor de la máquina de coser
inventor de los globos aerostáticos
ustedes están más colgados que una ampolleta
van a tener que irse para la casa
y volver con sus apoderados
a conversar con el Rector del Establecimiento

Y mientras tanto la Primera Guerra Mundial
Y mientras tanto la Segunda Guerra Mundial
la adolescencia al fondo del patio
la juventud debajo de la mesa
la madurez que no se conoció
la vejez
con sus alas de insecto.

Nicanor Parra (Nueva York, 1971)

Influencias

Decidí que iba a estudiar la carrera de Letras en cuarto año, gracias a mi profesora de Lengua y Literatura, Biche Torre. La recuerdo como una mujer con un amor tan profundo a literatura que se contagiaba, y con un carisma tan grande en su forma (bastante parca) de ser que hacía que los más vagos del curso dijeran "uy no le estudié". Como si fuera algo personal, como si no estudiar fuera una falta de respeto. ¡Una profesora que conseguía que leyeramos La ilíada a las siete y media de la mañana sin quedarnos dormidos!!!!Recuerdo los climas que se formaban en esas larguísimas sesiones de lectura en voz alta. Alguien empezaba y en un momento ella decía un nombre, el que había sido nombrado retomaba la lectura inmediatamente. Un día estábamos leyendo "La caída de la casa Usher" y cuando me nombró sentí un estremecimiento: el terror de Poe había entrado al aula. De más está decir que nunca pude conseguir ese clima en mis clases. Pero creo que aún ahora, después de haber pasado por tantos y tantos profesores y profesoras (muy buenos, buenos, regulares, malos y malísimos)si me preguntaran: ¿Qué clase de profesora quisieras ser? yo diría sin dudarlo: Biche Torre.

El blog

Y...si...cedí a la tentación del segundo blog. Como tener un cuadernito aparte, separado del diario, para hablar de la escuela. Para ir juntando cosas que tengo sueltas por ahí (dentro y fuera de la cabeza). Para lograr esa utopía que me proponen mis compañeras: "Que los problemas de la escuela no se mezclen con tu vida personal" Para dejar de quejarme y empezar a buscar cosas lindas que me hagan más lindo el trabajo. Para buscar ayuda, ideas, en mis compañeras y compañeros, colegas y amigos y ¿por qué no? alumnos y ex alumnos. Como en cajón de sastre quiero que haya de todo: música, poesía, videos, gramática, pedagogía, militancia, reflexiones pavas y sesudas, todo lo que encuentre por ahí...